Los egipcios fueron los primeros en medir con exactitud la duración del año: 365 días y un cuarto.
En el antiguo Egipto, los sacerdotes se arrancaban todos los pelos del cuerpo, incluyendo las zonas púbicas, las axilas, ¡las cejas y las pestañas! y dormían con ¡almohadas hechas de piedra!
Hoy, felicita a: Cipriano y Cándido y mañana a: Eulogio y Ramiro.
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