Que nunca falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo nuevo que aprender, un lugar a donde ir y buenos amigos en quien confiar....
Mi padre siempre me decía que para saber esto, se emplea el siguiente truquillo, consiste en decir la frase: "Ahí, hay un hombre que dice ¡ay!". O mirar la siguiente imagen.
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