Aunque siempre se ha creido que dormir pocas horas y mal, se relacionaba con la perdida de peso, resulta que es todo lo contrario. Quienes duermen menos de cinco horas, por el estrés o por otras causas, suelen comer de forma desordenada y compulsiva y eso ayuda a engordar. Además, al descansar poco tiempo disminuye la segregación de la hormona leptina, responsable de controlar el apetito y aumenta la grelina, que hace que tengamos mas hambre.
Conclusión: "Dormir más para comer menos".
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