Un inconveniente más, para añadir a la larga lista de problemas y enfermedades provocadas por el dichoso cigarrillo y su humo nocivo.
Según varios estudios, al medir las concentraciones de cotinina(derivado de la nicotina) en la sangre de los voluntarios, los científicos ultimaron que el tabaco podría quitar de oxígeno al oído, ya que los datos revelaron que el 14% perdían audición de frecuencias bajas y medias. Además el 46% perdió la audición a las frecuencias altas.